LOURDES MENDOZA / SOBRE LA MESA
Apropósito del ridículo del mundo que se aventó Rocío Nahle en la reunión de la OPEP, déjenme recordarles esta historia. Ahora Nahle, secretaria de Energía, igual que Oteyza, también entonces secretario de Energía, piensa que todo el mundo está equivocado, menos México, pero como todo pueblo que no conoce su historia está necesariamente condenado a repetirla…
En su momento José Andrés de Oteyza, sí, el mismo personaje protagonista de los escándalos de OHL en la era de EPN, fue el amante secretario de Patrimonio y Fomento Industrial, en las épocas de José López Portillo, y quien fuera apodado como El Churumbelo, para muchos es el principal causante de la nacionalización de la banca por su soberbia, pero sobre todo por su desconocimiento del mercado petrolero.
En 1981 el precio del internacional del petróleo cayó de 34 a 28 dólares y, con la soberbia que les describo y le conocemos, tuvo a bien aconsejarle a López Portillo que no ajustáramos el precio de nuestro petróleo con los de los mercados internacionales. Y amagó con un “empresa o cliente que no acepte NO LES VOLVEREMOS A VENDER”.
¡Habrase visto tremenda arrogancia! Pero lo peor fue que el presidente lo aceptó.
Dimensionando la barbaridad Nos cancelaron el total de los contratos ya rmados para exportar. Más del 80 por ciento de la entrada de divisas eran del petróleo. Súmele que la deuda de México justo por esos días se cuadruplicó (de 20 a 80 mmdd).
El resultado: no hubo con qué pagar ni los intereses. Lo que siguió es la secuela ya conocida y sufrida por muchos mexicanos. En febrero de 1982, López Portillo devaluó de 22 a 30 pesos por dólar, después a 50; en agosto ya íbamos a 100, pero Oteyza y Carlos Tello le aconsejaron un control de cambios disfrazado, ya que a pesar de ir en más de 100 pesos por dólar, a los mexicanos que tenían cuentas en dólares se las cancelaron dándoles 70 pesos por dólar (los Mexdólares).
Para el 1 de septiembre, con la situación fuera de control, le urgía al Presidente un chivo expiatorio y, ¡bolas!, que no sólo nacionaliza la banca, sino que hace culpables a los banqueros y, para rematar, decretó el control de cambios. Así pues, tardamos todo el sexenio de De la Madrid en recuperarnos, llegando el dólar a 3 mil pesos.
Conclusiones…
Y además del ridículo, soberbia, desplante y pésima comunicación de Rocío Nahle, debemos de preguntarle sobre la ayuda que ofreció Trump – por la cual antes usted se desgarraba las venas y ahora se siente orgullosa–, ¿fue de a gratis? De ser líderes en el mundo petrolero, a nales de los noventa, nos convertimos en parias.
Cuando requiramos de apoyo de la OPEP nos lo van a negar o, peor aún, si quieren hacer un ejemplo de México, lo van a sacar del mercado, robándole su market share en los mercados de Asia y Europa con targeted discounts; o para junio nos echan de la OPEP+. ¡Así de fuerte! Veremos si es lo que quiere hacer Mohammed Bin Salman, gobernante de facto de Arabia Saudita.
Señor presidente López Obrador, No repitamos la historia y los costos por el desconocimiento y soberbia de Bartlett, Romero Oropeza y Nahle. Una raya más al tigre Ahora Capufe, dirigido por Enrique Utrilla, asignó un contrato hasta por 578 millones de pesos a Jet Van Car Rental, de Cuauhtémoc Velázquez y Teresa López, para la renta de vehículos administrativos, ambulancias, unidades de rescate y señalamiento, grúas, camiones cisterna, así como camiones y camionetas de apoyo a Fonadin.
Lo extraño es que no se hayan dado cuenta de que la empresa ha sido sancionada por incumplimientos, vaya, hasta la ASF, de David Colmenares, alertó el año pasado sobre las ambulancias en mal estado que le arrendó al IMSS.
Por si fuera poco, esta arrendadora creada en julio de 2004 y que vio su auge en el sexenio de EPN, cortesía de contratos millonarios con la SAGARPA, CFE, SAT, SECTUR y Cámara de Diputados – hablamos de más de 12 mmdp–, mantiene el acelerador a fondo ya en la 4T, pues supera la centena de contratos, y contando… Aprovecho este espacio para enviarle a la familia de Jaime Ruiz Sacristán mi más sentido pésame.
Lo extrañaremos, pues fue un gran amigo y ser humano ejemplar. Querido por sus compañeros de la BMV y por todos quienes tuvimos la fortuna de conocerlo. Descanse en paz.